SANTIAGO Y CIERRA, ESPAÑA

SANTIAGO Y CIERRA, ESPAÑA

SANTIAGO Y CIERRA, ESPAÑA

El grito de un pueblo, el jinete del cielo

Fue pescador. Fue discípulo. Fue mártir.
Y cuando España lo necesitó… volvió a cabalgar espada en mano.

— Hoy, su nombre aún retumba en los campos del alma:
SANTIAGO Y CIERRA, ESPAÑA.

🕊️ El hombre antes del mito

Santiago, también llamado Jacobo el Mayor, era hijo de Zebedeo y Salomé, hermano de Juan, el evangelista. Su nombre, del hebreo Ya'akob, significa “el que sigue a Dios” o “Dios recompensará”.

Fue uno de los primeros discípulos de Jesús, testigo privilegiado de momentos íntimos del Mesías: la transfiguración, el huerto de Getsemaní, y la resurrección de la hija de Jairo.

Temperamental, apasionado, ardiente. Jesús mismo lo apodó, junto a su hermano, Boanerges: “hijos del trueno”. Y no es por casualidad.

✝️ El apóstol de Hispania

Según la tradición, tras la muerte y resurrección de Cristo, Santiago partió al fin del mundo conocido: Hispania.
Aquí sembró la semilla del cristianismo en tierras que aún hablaban en voz pagana.

Evangelizó con la ayuda de siete discípulos (Torcuato, Tesifonte, Indalecio, Segundo, Eufrasio, Cecilio y Hesiquio), predicando por tierras del sur, del Ebro y del norte.

Fue en Caesaraugusta (Zaragoza) donde, derrotado y desmoralizado, recibió la visita milagrosa de la Virgen María en carne mortal, sobre un pilar de jaspe.
Allí le dijo:

“Santiago, no temas. Aquí levantarás templo. Tu misión no ha terminado.”

Aquel pilar aún sigue en pie. Lo llamamos El Pilar. Y ella, la primera aparición mariana de la historia.

⚔️ Su muerte… y su regreso

De vuelta en Judea, Santiago fue decapitado por orden de Herodes Agripa hacia el año 44 d.C.
Sus discípulos, fieles hasta el fin, recogieron su cuerpo, lo embarcaron en una nave sin timón y lo devolvieron a la tierra donde había sembrado: Galicia.

Allí, entre bosques y montes, su tumba quedó oculta durante siglos…

Hasta que un ermitaño llamado Pelayo, guiado por estrellas en el cielo, la redescubrió en el año 813.
Aquel lugar pasó a llamarse: Compostela, del latín Campus Stellae, “campo de la estrella”.

🛡️ Santiago Matamoros: el relámpago de la Reconquista

A partir del descubrimiento de su tumba, Santiago se convierte en algo más que un apóstol: Se convierte en estandarte de un pueblo que lucha por sobrevivir.

En la legendaria Batalla de Clavijo (siglo IX), los cristianos estaban rodeados por las tropas musulmanas. Fue entonces cuando el rey Ramiro I recibió una visión:
Santiago apareció en el cielo, montado en un corcel blanco, espada en alto, arrasando enemigos con fuego y gloria.

Desde entonces, los soldados cristianos gritaban al cargar:

¡¡SANTIAGO Y CIERRA, ESPAÑA!!
(¡Santiago, y echa el cerrojo! — en otras palabras: que nadie entre, que se acabe la herejía, que España resista.)

Santiago se convierte en el santo guerrero, el caballero del cielo, el patrón de una nación.

✨ Santiago vive en nosotros

Santiago no es solo un santo. Es una idea vestida de acero. Es una estrella que guía en la noche de la desesperanza. Es el eco de un pueblo que nunca se rinde.

En ENCAMISADA, cuando celebramos el 25 de julio, no celebramos leyenda. Celebramos identidad. Porque aún hay batallas. Porque aún hace falta fe. Porque a veces, Dios baja del cielo en forma de trueno y espada.

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