LOS ENCAMISADOS Y LA ENCAMISADA

LOS ENCAMISADOS Y LA ENCAMISADA

Descubre el origen bélico y legendario de los Encamisados, soldados de élite de los Tercios Españoles que luchaban de noche con una simple camisa blanca. Inspírate con su legado y viste su historia.

 

LA ENCAMISADA

Las Encamisadas eran acciones de sabotaje nocturnas que surtían gran efectividad, debido a su importancia y utilidad. Además, las Encamisadas, al ser operaciones especiales, debían realizarse por expertos, soldados formados y entrenados para ello, los Encamisados

Sin embargo, estas incursiones nocturnas de los Tercios españoles contra las tropas enemigas suponían “tácticas osadas” ya que los soldados españoles (Encamisados) se introducían en la retaguardia enemiga o en su campamento militar por sorpresa con la intención de desbaratar sus planes logísticos y sembrar el caos, normalmente cuando los enemigos estaban desprevenidos, es decir por la noche o al amanecer. 

Estas acciones consistían en pequeñas escaramuzas a través de reducidos grupos de unos 50 o 100 hombres como máximo, que solían arremeter contra el enemigo para sabotear sus posiciones, estropear los cañones, las fortalezas, las carrozas con víveres…, realización de robos y saqueos… y acabar con la vida de cuantos más mejor. En estas acciones, los españoles se diferenciaban llevando puesta una camisa blanca y solían llevar solamente daga y espada, aunque algunos soldados portaban arcabuces por si la cosa se ponía fea. Solían atacar por la noche, cuando la tropa enemiga dormía, para poder hacer el mayor daño posible. 

los soldados españoles (Encamisados) se introducían en la retaguardia enemiga o en su campamento militar por sorpresa con la intención de desbaratar sus planes logísticos y sembrar el caos

Con las encamisadas los soldados españoles ganaban tiempo, saqueaban, mataban al enemigo, y distraían su atención. En casi todas las campañas había alguna acción encamisada. Así el enemigo combatía al miedo que provocaba esta situación mientras tenían los ojos puestos en el frente. En muchos casos las encamisadas provocaban la retirada del enemigo o les diezmaba tanto que cuando este daba la voz de alarma ya estaban sin efectivos.

Entre sus virtudes destacan el silencio, la rapidez y audacia, el sigilo y la paciencia para, de modo coordinado, entrar en el campamento enemigo y sembrar el caos aprovechando que su guardia esta desprevenida. Estos ataques sorpresas eran uno de los preferidos por nuestros soldados ya que se aprovechaba un momento de coyuntura en el descanso enemigo para asestar un golpe letal y regresar cuanto antes a sus posiciones con el cometido cumplido. 

La Encamisada se encuadra dentro de la guerra de guerrillas, un invento del Gran Capitán que consistía en ataques nocturnos y por sorpresa de grupos de soldados españoles, no muy numerosos, para hostigar al enemigo, cansarle y agotarle, mantenerle en tensión y disipar sus intenciones.

(Álvaro González)

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