La batalla de Rocroi: ¡No fue el fin de los Tercios!
Share
La batalla de Rocroi: ¡No fue el fin de los Tercios!
En Rocroi se encontraron dos gigantes. Por un lado, el joven y ambicioso Luis II de Borbón-Condé, duque de Enghien, al mando de 23.000 franceses; por el otro, el veterano Francisco de Melo, portugués al frente de unos 20.000 soldados de la Monarquía Hispánica. Era el 19 de mayo de 1643, y aunque la historia lo ha querido pintar como el ocaso de los Tercios, lo cierto es que ese amanecer nublado fue otra cosa: una muestra de resistencia salvaje, de épica desbordada, de hombres que supieron morir como jabatos, pero también de errores que pudieron cambiarlo todo.
El contexto: Imperios exhaustos, enemigos al acecho
Rocroi no se entiende sin la Guerra de los Ochenta Años y la Guerra de los Treinta Años. La Monarquía Hispánica, aunque todavía era dueña del orbe, sangraba por todas partes: Flandes, Portugal, Cataluña, y un frente abierto con Francia que ardía por las chispas del cardenal Richelieu. Aquel 1643, España atravesaba su peor crisis interna desde los Reyes Católicos. Y, a pesar de todo, seguía luchando.
Melo quería aliviar la presión en el sur y decidió sitiar Rocroi, una plaza clave en el noreste de Francia. Pero Enghien no dudó: marchó raudo con su ejército y forzó el choque antes de que los refuerzos de Juan de Beck llegaran desde Luxemburgo.
El combate: sangre, plomo y orgullo
Ambos ejércitos se desplegaron de forma clásica: infantería en el centro, caballería en los flancos y artillería al frente. La batalla comenzó al amanecer y duró unas seis horas de infierno. Los franceses lanzaron una ofensiva temprana para impedir la llegada de refuerzos españoles. La caballería gala fue rechazada en varias ocasiones, y la de Melo incluso capturó cañones enemigos. Pero aquí vino el primer gran error: no se envió infantería para consolidar esa ventaja. Enghien se reagrupó, contraatacó, y esta vez la marea empezó a cambiar.
Los Tercios resistieron como leones. Los cinco tercios españoles formaron un cuadrado perfecto de picas y mosquetes. Rechazaron carga tras carga. Incluso cuando la pólvora se agotó, siguieron luchando. Enghien estuvo a punto de morir. La caballería española se batía en retirada desordenada, pero los Tercios se mantenían en pie, hundiendo sus botas en la sangre y el barro. Resistieron seis cargas más. Se negociaron rendiciones honrosas. Y cuando finalmente se aceptó la capitulación, fue con banderas al viento, con las armas en alto. Nadie humilló a los Tercios. Nadie pudo.
Más allá del mito: consecuencias y propaganda
La derrota de Rocroi fue amplificada por la propaganda francesa. Se vendió como el final de la hegemonía española. Pero no lo fue. Los Tercios siguieron combatiendo y ganando, como en Tuttlingen ese mismo año. Francia necesitó un mes para recuperarse. España tardaría décadas en caer.
Rocroi marcó, sí, la pérdida de buena parte de los Tercios Viejos. Y en el corazón de Europa comenzó a tambalearse la imagen de invencibilidad que los había acompañado. Pero el declive no fue inmediato ni absoluto. La derrota se explicó también por la falta de descanso, el terreno desfavorable, la premura de Melo y la ausencia de refuerzos. La teoría de que el origen portugués de Melo influyó en la derrota carece de pruebas sólidas. Lo cierto es que se trató de una batalla mal calculada, mal ejecutada y en un momento crítico para España.
Conclusión: Rocroi como épica, no como epitafio
Rocroi no fue el final, sino un punto de inflexión. Y sobre todo, fue una gesta. Mientras otros huían o negociaban, los Tercios combatieron hasta el límite. Su cuadro de picas fue una muralla humana. La gloria no está solo en la victoria, sino en la forma de resistir la derrota.
Aquellos hombres no perdieron el honor. Lo reescribieron.
Bibliografía esencial:
-
Esparza, J.J. Tercios, La Esfera de los Libros, 2017.
-
Maffi, D. Los últimos Tercios, Desperta Ferro, 2020.
-
Villegas González, A. Hierro y plomo, Glyphos, 2014.
-
VV.AA., Grandes batallas españolas, Tikal, 2013.
-
VV.AA., Los Tercios saben morir, Ediciones Hoplon, 2015.
-
Película: Alatriste (2006), Dir. Díaz Yanes.